La pena:
La pena es PREVENTIVA, PROTECTORA Y RESOCIALIZADORA. De este modo, la finalidad de la pena es la reinserción social del acusado, que es en definitiva lo que se pretende en concordancia con lo dispuesto en el artículo 139 inciso 22 de la Constitución Política del Estado, que establece que el régimen penitenciario tiene por objeto la reeducación, rehabilitación y reincorporación del penado a la sociedad. Por este motivo la pena debe perseguir el aislamiento del reo de la sociedad por el lapso que dure la condena, esto implica quitarle al reo su efectiva libertad personal ambulatoria (es decir, su libertad para desplazarse por donde desee) y quitarle o restringirle sus derechos personales.
Problemática del sistema penitenciario:
El problema de las cárceles peruanas, es la mala administración por parte del Estado, el cual no provee al sistema penitenciario de los recursos suficientes para que pueda realizar un óptimo control de las cárceles y poder realmente cumplir la función preventiva, protectora y resocializadora que tiene la pena, conforme al Artículo IX del Título Preliminar del Código Penal.
Uno de los principales problemas que tenemos en las cárceles peruanas, es la tenencia ilegal de celulares por parte de los reos, ante esto Cesar Ortiz Tejeda presidente del APROSEC nos dice que según información que regularmente proporcionan la propia Policía y el Inpe, señalan que desde las prisiones se organizan secuestros, extorsiones, asesinatos y todo tipo de ilícitos gracias al uso de celulares. El real problema ante esto son las autoridades corruptas, que se limitan a mostrar cada cierto tiempo algunos de los aparatos celulares decomisados en requisas “oportunamente” anunciadas, sin informar de las investigaciones que señalan quienes fueron los culpables y como fueron sancionados.
En el año 2002 se realizo una serie de propuestas para mejorar la seguridad en los penales, incluyendo la instalación de varios bloqueadores en los diversos penales de la capital, solo se pudo instalar un bloqueador en el penal de San Jorge, esto comprueba que las mafias dentro de las prisiones son tan poderosas que están por encima de la ley. Un ejemplo de esto, podemos verlo en la reciente requisa efectuada en el penal de máxima seguridad de Picsi, ubicado en la región Lambayeque, en el cual un grupo de policías y fiscales ingresaron en la madrugada durante cuatro horas, con el propósito de revisar las celdas de los internos en búsqueda de indicios que confirmen las denuncias de que las bandas de extorsionadores que operan en el norte peruano están dirigidas por presos de Picsi, pero sospechosamente solo se incautaron dispositivos para celulares como chips, baterías y cargadores, pero ningún teléfono móvil.
Otro de los principales problemas, es la tenencia ilegal de armas y de drogas dentro de los penales lo cual crea una gran inseguridad ante la sociedad ya que han sido varios los casos en que los reos han cometido crímenes atroces gracias a la posesión de armas, como el sonado motín “la masacre del sexto” ocurrido en 1984 en donde un grupo de reos tomaron el penal El Sexto y mataron a 22 personas; lamentablemente en la actualidad esto no cambia, en una requisa realizada en el penal Castro Castro se incautaron dos armas de fuego y dos granadas de guerra, así lo constato el jefe de la Dirección General de Seguridad de Penales.
Un ejemplo increíble pero real es la denuncia que realizaron los internos del penal Cambio Puente de Chimbote (región Ancash), los cuales grabaron un video para mostrar cómo la corrupción vive dentro del recinto. En el video se observa que en las celdas de máxima seguridad hay televisores, DVD, celulares con radio y hasta un espacio donde se procesa droga; mientras que el resto de reclusos ‘sobrevive’ en el patio; ante esto los familiares de los reos denunciaron que el director del penal, Luis Huamán Huamán, cobra hasta 400 soles por el cupo o pase de un artefacto electrodoméstico o estupefacientes; y que la droga entra hasta por las ambulancias del INPE.
DE: FRANCO VARGAS PRADA CARLESSI
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